LA SEXTA CRUZADA OFICIAL

Tras este fracaso el Rey Jean de Brienne decide viajar a Roma para entrevistarse en la ciudad del Vaticano con el Papa Honorio III y con el Emperador Federico II que era Heredero del Malogrado Federico Barbarroja, los dominios del emperador, son inmensos ya que se extienden desde Alemania hasta Sicilia, comprendiendo además el Norte de Italia y el Reino de Arles es por ello que está considerado como el Monarca más poderoso del momento, y aunque era hijo adoptivo del fallecido Inocencio III, sus problemas con la Santa Sede son innumerables, no obstante Honorio III espera convencerle de que participe en una cruzada ya que cuenta con el apoyo del gran Maestre de los Caballeros Teutónicos;

Fr. Hermann Von Salza.

El Papa le propone, intentando motivarlo, que contraiga matrimonio con Isabel la hija de Jeann de Brienn ya que así de esta forma obtendría la corona de Jerusalén, a de Brienn le parece fantástica la idea y lo mismo piensa Federico, tan solo Felipe Augusto se muestra contrario al enlace ya que de producirse el reino de Jerusalén se sustraería de la influencia de Francia.

En Agosto de 1.225 y cuando Isabel cuenta con 14 años se casa por procuración con Federico en san Juan de Acre y es nombrada Emperatriz en Tiro en el mes de Noviembre de ese mismo año se celebra la boda efectiva en la ciudad de Brindisi, en 1.228 la reina Isabel muere al dar a luz un hijo Conrad IV, que automáticamente se convierte en heredero de todas los reinos de su Padre incluido la ciudad de Jerusalén.

Federico decide regentar en su nombre el reino de Jerusalén.

Ya en el año 1.215 Federico recibió la Orden Papal de realizar una cruzada contra el Islam, pero Federico lejos de realizarla se dedica a relacionarse con artistas y sabios musulmanes y a postergar su partida a Oriente, para colmo recibe por dos veces la visita del emir Fakhr El Din y además le nombra caballero.

Siendo victima de las murmuraciones que hasta le hacían convertido al Islam, Federico decide mandar un pequeño ejercito a Tierra Santa para reconquistar la ciudad de Sidón y construir en ella la fortaleza de Montfort, que más tarde entregaría a los caballeros Teutónicos.

El Papa arto ya de sus evasivas le ordena que parta inmediatamente para Oriente, pero Federico vacila y el Papa le excomulga el día 28 del mes de Septiembre de 1.227.

10 meses mas tarde Federico se embarca hacia Tierras Santa aunque a recibido la orden Papal de no hacerlo por estar excomulgado, mas él desoye al Papa y toma rumbo a Jerusalén, haciendo escala en la Isla de Chipre exigiendo para sí la soberanía feudal de la Isla, que esta en manos de Jean de Ibelin, contra todo pronostico la obtiene, ridiculizando así a la nobleza francesa.

Parte del puerto de Famagusta el día 3 de Septiembre de 1.228, llegando el día 7 del mismo mes al puerto de san Juan de acre. Lo primero que hace es ponerse en contacto con su amigo el Emir al que le solicita que tenga a bien entregarle sin mas la ciudad Santa, como se lo había prometido con ocasión de sus visitas a Sicilia, pero el Emir le da un no por respuesta y Federico decide dirigirse a Jaffa con sus modestas tropas, pues tan solo contaba con 800 caballeros y unos diez mil soldados de infantería.

En Oriente las disputas entre el cairo y damasco son continuas siendo la situación confusa y Federico conocedor de estos hechos decide aprovecharse de la situación y pacta un acuerdo con el Sultán de Damasco, en el que se le entregan las ciudades de Jerusalén, Belén y Nazareth, además de que el Sultán se compromete a dejar la libre circulación de peregrinos cristianos.

Federico también se compromete a que Jerusalén sea compartida con los musulmanes por ser también tierra santa para ellos y de esta forma los Cristianos recuperan el santo Sepulcro y los musulmanes conservan con este tratado las explanadas del Templo y la mezquita de Al Aksa.

Los Caballeros de la Orden del Temple desaprueban este acuerdo pues se ven perjudicados en el trato al perder su casa principal y lo mismo le pasa al Patriarca de Jerusalén, Gérold quien en un ataque de rabia excomulga a la ciudad de Jerusalén.

En el año 1.229 Federico entra en la ciudad de Jerusalén y apoyado tan solo por el Maestre de Los Caballeros Teutónicos se autocorona Rey de Jerusalén.

En Marzo del mismo año el emperador abandona Jerusalén sin haber fortificado la ciudad y regresa a la ciudad de Acre, donde manda confinar a los Templarios y al Patriarca Gérold que se oponen a su política, pero el 1 de Mayo se ve obligado a marcharse de Acre ya que no puede justificar sus acciones ante una sociedad que por el pacto realizado le es cada vez más hostil.

 

Fuentes consultadas: Los Templarios, René Lachaud.

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