Aquí se resume todo, la palabra clave y la diferencia es PROTEGER, esa debe de ser nuestra prioridad, porque esa fue la prioridad de los Templarios originarios, a partir de ahí, lo demás que se le pida a cualquier cristiano.
Qué es lo que cambia con los tiempos, los métodos, pues ahora las leyes son distintas y debemos acatarlas, teniendo claro cuál es la máxima, protección a lo católico.
Para defender el catolicismo en todos los campos, es decir, en el intelectual, en el moral, en la práctica, en el físico, debemos de estar preparados en todos los campos, aunque nuestra obligación es más bien en último término, es decir, no nos corresponde defender la fe teológicamente, aunque debemos de estar preparados. Hoy los campos de batalla se han generalizado mas, hoy la pelea está en los debates, en los medios de comunicación, en las redes sociales, sobre todo en occidente, y para pelear ahí, debemos de tener una preparación media.
Recordemos que somos MONJES-GUERREROS, nuestra vida de oración es igual de importante que nuestra predisposición al combate, debemos de estar preparados para las dos batallas, la interna y la externa, y la Orden debe de encargarse de poner los medios a todos los caballeros y damas para obtener esa preparación.